Si preparas a tus hijos para el éxito cuando son jóvenes, les ayudará a mantenerse en el camino adecuado cuando sean adultos. Aquí tienes un plan de acción para alcanzar tus objetivos de condición física en familia. Además: ¡Mejorarás tu nivel de condición física también!

El dicho “lo que el mono ve, el mono hace” me viene a la mente cuando hablamos sobre enseñarles a los niños sobre educación física, en especial cuando están en la fase temprana de desarrollo. Cuando se trata de educación física, los padres pueden fomentar positivamente a sus hijos a ser activos con el ejemplo. El comportamiento infantil es un reflejo de nuestro comportamiento. Yo creo que el mismo principio se aplica cuando se trata de nuestra imagen corporal. Nuestros hijos no nos ven de la forma que nosotros nos vemos. Ellos no se dan cuenta de la celulitis ni de los gorditos que nosotros notamos.. Los hijos ven a sus padres como un símbolo de amor y perfección. Si comienzas a hacer comentarios negativos sobre tu cuerpo, los niños pueden imitar este comportamiento y como resultado comienzan a sentirse inseguros de ellos mismos.

Comprendo que cuando nos enfrentamos a problemas de peso, es difícil mantener los pensamientos negativos bajo control. Puede ser un poco angustiante para un niño cuando piensas que no eres atractivo, pero en sus ojos, eres perfecto. A este nivel, el ejercicio físico en familia es un ejercicio de equilibrio. No queremos aceptar un aumento de peso no saludable ni hábitos sedentarios, pero tampoco queremos ser consumidos con pensamientos negativos. Cada padre tiene que convertirse en un experto en establecer límites para estar saludable y activo en una forma positiva. No es fácil, y no existe un método comprobado para tener una familia saludable y bien equilibrada. Yo aplico el siguiente método y estos tres pasos simples tienen sentido para mí. Espero que también funcionen para ti.

Paso 1: Palabras alentadoras
Las palabras que escogemos utilizar son muy importantes en la vida. Ya sea con amistades, negocio, asuntos comerciales o autoestima, es importante escoger un lenguaje positivo.

Estoy convencida que todos tenemos algún tipo de problemas con nuestros cuerpos. Soy culpable de hacer enojar a mi hija sin querer, al decir que las cicatrices de mi barriga eran “horribles”. Su respuesta fue “amo tu barriga porque sin ella no estaríamos aquí”. Como puedes imaginarte, me sentí horrible cuando ella dijo esto. Mis pensamientos negativos (como el de muchas mujeres) llegaron hace unos años en medio de la temporada de traje de baño. Creo que me sentí peor porque ella tiene una cicatriz pequeña en su brazo. Me hizo dar cuenta que siempre tengo que ser positiva con las palabras que utilizo. Yo creo que la belleza viene del interior. Inclusive durante días duros, siempre trata de encontrar un enfoque positivo a la situación.

Paso 2: Pensamientos positivos
Si tienes un pensamiento negativo sobre tu cuerpo, trata de encontrar algunas declaraciones positivas de autoestima. Estas afirmaciones ocurren con más facilidad cuando haces cambios físicos pequeños en tu rutina para sentirte mejor.

Por ejemplo, referirse a una dieta saludable como algo a lo que tenemos que temer, es un ejemplo clave de enseñarles a los niños que existe una emoción negativa adjunta al restringir el consumo de calorías poco saludables. Como dije, equilibrar la situación no es tarea fácil. Un cambio de mentalidad sobre lo que sabes que es mejor para tu salud general es la clave.

Intenta compartir solamente declaraciones positivas como “estoy tratando de ser saludable” o “estoy tratando de ser un padre más activo”. Esto es importante cuando hablas enfrente a tus hijos pequeños porque ellos se dejan influenciar más antes de llegar a la adolescencia. Recuerda que las acciones y palabras positivas comienzan con pensamientos positivos.

Paso 3: Mentalidad en movimiento
¿Has escuchado decir, “mucha habla y poca acción”? Bueno, es tiempo para el momento de acción de mi artículo. No debería de ser un trabajo pesado tener que involucrar a toda la familia en actividades físicas semanales. Una vez que comiences con las actividades semanales, toda la familia esperará con ansias el momento para hacer ejercicio en familia.

Este año comencé un programa llamado “En forma desde todos los ángulos” para alentar a los padres a maximizar cada segundo de su tiempo cuando llevan a sus hijos a juegos deportivos. Siempre he pensado que las prácticas deportivas de los niños son una oportunidad ideal para que los padres también incorporen una rutina de ejercicio. Mientras los niños estarán jugando, es la oportunidad perfecta para que los padres puedan hacer ejercicio. Que buen ejemplo pueden dar los padres cuando los niños comiencen a buscarlos y vean a papá o mamá haciendo ejercicio.

Comienza a ponerte físicamente activo y a sentirte de maravilla, luego poco a poco, comienza a introducir tus ideas a toda la familia. Este es un ejemplo de una rutina de ejercicio personalizada del programa “En forma desde todos los ángulos”.

Rutina de ejercicio de la semana
Meta principal: realizar esta rutina 5 veces.
Cada segundo cuenta durante esta meta
Logra lo siguiente:

– (1) Caminar (2) Trotar (3) Correr
– Escoge dos número es base a tu estado físico.
– Recuerda: si recién comienzas una rutina de ejercicio, escoge el número 1 y 2. Si te sientes listo, escoge 2 y3.
– Realiza 45 segundos del primer número que escogiste seguido del segundo número. – Realiza algunos ejercicios de estiramiento mientras tomas aire por 30 segundos.
– Repite.

¿No estás listo para trotar? Camina despacio como tu primer ejercicio y luego camina rápido como tu segundo ejercicio.

Mantén el periodo de tiempo, pero ajusta el nivel de caminar/trotar/correr como sea necesario de acuerdo a tu estado físico actual.

La mayoría de tus acciones comienzan con un pensamiento, entonces mantén tus pensamientos positivos, tus palabras deben coincidir con tus pensamientos y espera que tu cuerpo siga. Verdaderamente se necesita una aldea para tener una familia activa y saludable.

Redactado por Samantha Clayton, AFAA, ISSA— Directora Sénior de Educación Física Mundial. Samantha es Directora de Educación Física en Herbalife.